sábado, 5 de febrero de 2011

Escritos de Carlos Latorre




El actor bailarín en el mundo antiguo aprendió su arte en los rituales de casería, chamanismo, en los bosques y estepas, en los templos de los sumerios, babilonios, egipcios, griegos, romanos; interpreto el cuerpo como receptáculo de la divinidad, como receptáculo del cuerpo dios, como receptáculo del conocimiento.
El actor bailarín en la contemporaneidad percibe el cuerpo como receptáculo de la polisemia, de lo transcultural, receptáculo de la fusión, el multi cuerpo, eternamente en transformación, buscando la construcción continua de nuevos y mejores mundos, mas armónicos, mas allá de los límites de la ficción, de la realidad.

Caminando por los paisajes de la mente, de los sueños sintió la necesidad de detenerse...

En silencio.

En ese silencio cargado de murmullos lejanos y cercanos donde el cuerpo se pierde de sí mismo sin saber qué es adentro , qué es afuera; tu ser se convierte en todo ,en unidad cósmica de masas cósmicas y unidad de vida.

Este ser parado en el centro del escenario contraído sobre sí mismo como realizando un saludo ritual a la sagrada concurrencia: sociedad, comunidad, grupo de humanos, grupo de cuerpos que sienten en el fondo una luz que se extingue, pero olvidan que esa luz es eterna.

La vida del ser humano, la vida de una comunidad, la vida de una sociedad; en términos temporales; es única, frágil, irrepetible, la vida que vivimos es una oportunidad que DIOS nos da para que evolucionemos hacia horizontes mas amplios de conciencia; conciencia personal, conciencia familiar, conciencia social, conciencia de país, conciencia del mundo, conciencia espiritual; el estado o gobierno de un país se origina desde los inicios de la civilización como un sistema que administra y guía los recursos públicos en pro del desarrollo y bienestar de la comunidad, en pro de la búsqueda y logro de la felicidad.

Danza contemporánea es la energía del cuerpo en movimiento sobre el espacio tiempo, de una forma poética, mediante el entrenamiento del cuerpo mente y conocimiento de las técnicas oficiales serias de la danza académica. Esto en términos pedagógicos; en términos de creación la danza contemporánea posee un concepto abierto a la fusión y a la interdisciplinariedad del conocimiento de la expresión y de la emoción, conteniendo la poética del cuerpo como protagonista de la acción y origen fundamental de la dramaturgia dancística.
La contemporaneidad con sus procesos de renovación y búsqueda constante de una mejor sociedad en la cual se potencializa la libertad y la interioridad del ser humano a través del amor y la sabiduría. Los desarrollos naturales del cuerpo y de la mente; dentro de épocas de grandes avances tecnológicos, culturales, económicos, políticos, nos propone, nos exige, nos obliga, que meditemos y reflexionemos, sobre nuevas y eficaces metodologías de educación.
El cuerpo es nuestro vehículo visible sobre éste planeta tierra, la danza utiliza el cuerpo físico, el cuerpo mental, el cuerpo espiritual; danzar es conectar la integridad de lo humano, mediante el conocimiento de la energía de lo sagrado, de lo cotidiano; en pro del desarrollo del individuo, el pro del desarrollo de lo social, en pro de la armonía del mundo; éste entrenamiento nunca se detiene, es infinito.